viernes, 31 de julio de 2009

Los tips para la alimentación sana




La alimentación sana se empieza desde que uno es pequeño,comiendo a las horas que corresponde para crecer saludable.Los nutricionistas recomiendan que comiendo a las horas que corresponde (cada 4 horas) es muy importante para el metabolismo de nuestro cuerpo.





Los platos sanos no tienen que ser necesariamente insípidos. No hay por qué renunciar a nuestros menús favoritos, ni prescindir del sabor en las comidas.



Lamentablemente cuando nuestros hijos van al colegio no se alimentan sanamente ya que compran "comida chatarra".




Una alimentación es sana y saludable si incluye gran variedad de alimentos, se prepara siguiendo las normas básicas de higiene y seguridad alimentaria, su sabor y presentación responde a los principios de la gastronomía de cada región y se consume en un ambiente agradable, disfrutando con la familia o los amigos. De este modo se sintetizan los aspectos físicos, psíquicos y sociales que integran el concepto de salud. A pesar de que las necesidades son muy distintas entre los jóvenes según sus circunstancias personales, existen varias pautas que sirven de guía para llevar una alimentación que contenga cantidades suficientes de nutrientes para cubrir las necesidades de todos de forma equilibrada y no se caiga en trastornos alimentarios.




Consejos para una alimentación sana



-Incrementar el consumo de frutas, verduras y hortalizas frescas, alcanzando al menos las cinco raciones de hortalizas y frutas al día. Consumir también legumbres.



-Reducir el consumo de carnes, embutidos, vísceras, mariscos y huevos. Una buena opción es comer más pescado azul.



-Beber abundante líquido, a ser posible agua como fuente de hidratación, tratando de moderar el consumo de vino y reducir o eliminar el consumo de otros tipos de bebidas alcohólicas.



-Aumentar el consumo de fibra, sustituyendo el consumo de productos refinados por aquellos integrales procedentes de grano entero.



-Tomar aceite de oliva virgen como grasa a la hora de cocinar en la dieta.



Y, finalmente, y aunque esto tenga más bien que ver con un estilo de vida saludable, más que con la propia alimentación sana en sí, se debe de abandonar el sedentarismo, practicando cada día una actividad física que nos ayude a mantenernos activos.